Vuelve el frío y la lluvia a España y parece ser que se va a quedar con nosotros durante todo el fin de semana. A mí particularmente me encanta la lluvia y sobre todo poder estar en algún lugar sin tener más nada que hacer que ver la lluvia caer. Y lo mismo me pasa con la nieve y el frío. Ese sería mi plan perfecto para un fin de semana: chimenea y disfrutar del frío y la nieve fuera viéndolo desde algún hotel con encanto.
Uno de los hoteles que he visto en muchísimas revistas de viajes y que algún día me encantaría poder visitar para pasarme todo el tiempo admirando el paisaje es el Hotel Kakslauttanen Arctic Resort (más conocido como el Hotel "Iglú") y que os voy a enseñar en el post de hoy.
Este hotel esta situado en Laponia, Finlandia (a 250 km del círculo polar ártico). El hotel nace de una manera muy curiosa y es que en 1973 un joven llamado Jussi se quedó sin gasolina cuando volvía de pescar, así que lo único que pudo hacer es acampar allí en medio. Por alguna razón, Jussi se sentía en aquel lugar como en casa. El primer verano lo pasó dentro de una tienda de campaña. Al año siguiente ya había construido un cabaña. Poco a poco, año tras año, el hotel fue creciendo hasta lo que es a día de hoy.
Cuenta con 170 "accomodation units" y 450 camas divididos en distintos tipos de alojamiento: Iglús de cristal con capacidad para dos y cuatro personas, Iglú de Kelo y cristal que combinan cabañas de madera con las impresionantes vistas de los iglús, cabañas para 1-10 personas y decoradas al estilo típico de la región, iglús de nieve que permiten a los más valientes experimentar lo que es dormir en un auténtico iglú de nieve, suites queen especialmente diseñada para parejas, cabaña suite nupcial para recién casados, casa tradicional de cien años de antigüedad que recrea la vida en Laponia de tiempos pasados, Sivakka para grupos de más de 10 personas y la Casa de Papá Noél donde se puede pasar una noche en la casa del habitante más famoso de la región.
La idea de los Iglús surge cuando el propietario Jessi Eiramo quería ofrecer a sus huéspedes la posibilidad de admirar el brillo de las estrellas y del cielo del ártico desde la comodidad de sus camas. Los iglús están hechos de cristal térmico por lo que puede hacer -30 grados fuera y dentro del iglú estar a una temperatura más que confortable.
La época más recomendada para disfrutar de esta experiencia es desde Abril a finales de Agosto que es cuando se puede vislumbrar el fenómeno de la aurora boreal. Y si estáis por la zona pero no os decidís a pernoctar aquí, hacen tours guiados para enseñar los iglús.
El Hotel cuenta con dos restaurantes cuya especialidad son platos de cocina local lapona: el restaurante tradicional Kelo y el restaurante West Village Aurora que alberga el bar de hielo. Así mismo, el hotel ofrece a sus huéspedes la posibilidad de disfrutar en la sauna de humo más grande del mundo (con capacidad para 100 personas).
Yo lo tengo claro: si tuviera que quedarme en alguno escogería sin duda la opción de iglúes de cristal pero como veis este hotel se adapta a cualquier necesidad que tengáis.
Espero que os haya gustado el post de hoy. ¡Buen fin de semana!
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